“No me gusta mi trabajo”. Muchas hemos escuchado esta frase haciéndose eco en nuestra mente. No me gusta mi trabajo. No me gusta. Vale. Pero, ¿qué hago? En este artículo voy a llevarte por diferentes puntos que pueden hacerte decir esa frase. Tendrás que identificar cuál es el que más se adapta a tu caso. Y, si necesitas ayuda en este camino, también te tenderé la mano para hacerlo más fácil.
¿Por qué no puedes vivir en un trabajo que no te gusta?
Es importante hacerse consciente de que el trabajo es la actividad a la que más tiempo que le dedicamos en nuestra vida, junto con dormir. Sí, es increíble pensar que a aquello que menos importancia le damos a veces y que hacemos porque es necesario hacer, sea lo mismo a lo que más horas le dedicamos. Tanto de manera diaria, como en la media de nuestra vida.
Por esto, no podemos estar aburridos o desmotivados en nuestro trabajo. Ya que eso nos llevará a estarlo en el resto de apartados de nuestra vida. Esto es normalmente un síntoma del burnout del que hablo en este otro artículo.
¿Realmente no te gusta tu trabajo?
Ya nos hemos hecho conscientes de que estar bien en el trabajo es una prioridad, pero ahora necesitamos saber si tu problema es realmente con el trabajo.
Me explico: son muchas las ocasiones en las que nos encontramos mal sin ver un porqué aparente. Al pararnos a analizar, nos damos cuenta de que a veces son agentes externos los que nos llevan a tener esos pensamientos o incluso nuestra manera de tomarnos las cosas, pero no el trabajo en sí.
Vamos a analizar entonces varias posibles opciones que puedes estar viviendo y que te llevan a que ese “no me gusta mi trabajo” suene tan fuerte en tu mente:
- Puede que no te guste tu trabajo, pero sí tu sueldo. De esta manera, a lo mejor el bonito de tu nómina a final de cada mes puede que te lleve a tener el estilo de vida que deseas en el resto de aspectos. De todos modos, si estás muy a disgusto en el entorno laboral diario pero no quieres dejarlo, debes reorganizar varios detalles y tu propia mentalidad a la hora de abordar el curro de cada día.
- Puede que no te guste tu trabajo ni tampoco tu sueldo, pero no puedas prescindir de él en este momento. Sé que muchas veces puede parecer fácil para mucha gente decidir cambiar de rumbo profesional y dejar atrás un trabajo que no nos hace feliz. Pero esto no es así para todo el mundo, ya que a veces las obligaciones económicas o familiares lo hacen imposible. Para poder afrontar esto, hay que trazar un plan muy bien medido y controlar mucho los tiempos y la manera en la que estos pasos pueden llevarse a cabo.
- Puede que creas que no te gusta tu trabajo, pero que lo que no te guste sea tu entorno. A mucha gente le pasa que se forma en algo que le apasiona y llega muy motivada el primer día al trabajo, pero más pronto que tarde todo eso se desmorona. Esto es porque muchas veces lo que se nos prometió o nuestras propias expectativas no que corresponden con la realidad. O incluso que nuestros compañeros de trabajo no sean fáciles de llevar. En este sentido, es probable que solo haya que hacer un análisis de la situación y buscar las maneras de sentirte bien en tu puesto, trabajando mucho la comunicación interpersonal.
- Puede que no te guste tu trabajo porque te has desconectado de tu propósito y necesitas volver a él. A lo mejor la monotonía y el día a día te ha hecho desconectar de lo que te hizo querer trabajar de lo que trabajas. Volver a leer libros relacionados con tu expertise, ver entrevistas de profesionales que admiras o trabajar en proyectos alineados con tu propósito pueden devolverte ese amor por lo que haces.
Como ves, hay muchas opciones que te han podido traer a este artículo. Pero no existe una bola mágica que te va a dar la respuesta que tú necesitas oír y aplicar. Pero puede ser que yo sí. Me he formado como coach especializada en estrés laboral para poder acompañar a gente como tú y ayudarle a encontrar el camino que busca. ¡Y estás de suerte! En este momento puedes tener una sesión individual conmigo de manera gratuita sin ningún tipo de compromiso.
En ella, podré ayudarte a identificar porqué tienes esa sensación constante de que no te gusta tu trabajo. Así, podremos buscar las maneras de que puedas sentirte feliz y pleno en tu día a día.